sábado, 8 de febrero de 2014

REFLEXIÓN


LA CASA IMPERFECTA
Un maestro de construcción ya entrado en años estaba listo 

para retirarse a disfrutar  su pensión de jubilación.  

 Le contó  a su jefe

Acerca de sus planes de dejar el trabajo para

Llevar una vida más placentera con su esposa

Y su familia. Iba  a extrañar su salario mensual, pero necesitaba retirarse; ya se las arreglarían de alguna manera.

El jefe se dio cuenta que era inevitable

Que su buen empleado dejara la compañía y le pidió, como favor personal, que hiciera el 

último esfuerzo: construir una casa más. El  hombre accedió y comenzó su trabajo, pero se

 veía a las claras que no estaba poniendo el corazón en lo  que hacía. Utilizaba materiales 

de inferior calidad, y su trabajo, lo mismo que el de sus ayudantes, era deficiente. Era una

 infortunada manera de poner punto final a su carrera.

Cuando el albañil terminó el trabajo, el jefe fue a inspeccionar  la casa y le extendió las 

llaves de la puerta  principal.” Esta es tu casa, querido amigo--- dijo---Es un regalo para ti”.

Si el albañil hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, seguramente la 

hubiera hecho totalmente diferente. ¡Ahora tendría que vivir en la casa imperfecta que  había construido!

Reflexión: solemos ignorar que algunas veces somos “victimas de nuestro propio invento”. 

 ¿Nos  damos cuenta  de que todos los días construimos  “la casa” de nuestra vida?

Libro: La culpa es de la vaca


Autores: Jaime Lopera Gutiérrez   y Marta Inés Bernal Trujillo.


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